Es el río que recorre el fondo del
mar de los sueños, la agonía que orada la roca, la duda, el aliento contenido,
la espera. Es la espera.
Es el sueño al que despiertas
sintiendo la mirada de la noche, el recelo de la luna, el viento de la
obscuridad en tus entrañas. Es un sueño.
Es el agua alegre del río, la miel,
el algodón de azúcar, las nubes viajando ligeras en el cielo, el dulce que no
escalda. Es todo lo dulce.
Es el tiempo que se estira, el
futuro que no acabará nunca, todo lo que fue, lo que será, lo que nunca volverá
a ser. Es el tiempo eterno.
Es la herida abierta al dolor de la
sal, la duda, las noches y el insomnio, es el miedo que recorre la piel, la
desesperanza. Es la agonía.
Es una hilera de días que has
contado desde el inicio, son todas las noches, todas las palabras repetidas en
silencio. Es la persistencia.
Es una lengua deslizándose en tu
territorio, es la punta de tus dedos marcando un camino. Es una fruta abierta a
la mordida. Es el sexo.
Es una colonia de hormigas fluyendo
por tus venas, es un segundo perfecto que se estira. Es el éxtasis.
Poema en prosa originalmente publicado en 8 tuits en @minafiction.
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