lunes, 4 de enero de 2021

Herencia

 
Traigo una galaxia para tus días negros, una estrella fría para guiarte en el desierto y un beso que siempre te toque en el momento oportuno

Prozac para la bilis, un témpano para la úlcera gástrica, un reloj de arena congelada y un mil mariposas diminutas que te bailen en la piel.

Un abrazo listo para envolverte en una noche fría, una semilla que siempre germine, un río de agua fresca que fluya en la palma de tu mano.

Una promesa de amor siempre viva, un atardecer con un cometa en el cielo, la sombra de un árbol y palabras hermosas para velar el insomnio.

Una ordinaria noche de paz, una respiración tranquila, una carcajada profunda, una mirada sin aprehensiones y un flujo sanguíneo holgado.

Un beso que te conmueva hasta la punta de las plumas y haga temblar tus escamas de pez y reptil; un beso que incendie tu piel de batracio.

Una cama caliente y una hipoteca con antiácido integrado, una caricia que no te aburra, una vejez sin reumas y una gardenia siempre en flor.