miércoles, 8 de diciembre de 2010

Mi ventana no daba a un jardín

tenía el cielo
de donde cada día
llegaban las aves, las abejas
lluvias de estrellas y tus palabras

yo tenía infusiones, pócimas
semillas, agua fresca, flores

ahora las flores, el agua
las semillas, las infusiones
las pócimas y yo
estamos condenados
al ruido de la calle

el cielo se ha vuelto
el silencio más grande

respóndeme.


Fuente original de la fotografía.

martes, 30 de noviembre de 2010

Pequeñita


para acurrucarme en un rincón
y sentir que esta tristeza
no es tan grande

pequeñita para no llorar tanto
para extrañar menos
para sentirme menos sola

pequeñita para caminar mas
dentro de estas cuatro paredes
para encontrar hasta la más mínima razón
que se llevó mi alegría

pequeñita para encontrar el olvido
para hallar lo que perdí
donde quiera que esté.
 Fotografia de Joakim Kraemer.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Arena arena

encontró la fuerza
arena arena
se sorprendió a sí misma
arena se enamoró de la arena

arena se permitió
ser solamente arena
arena cerró los ojos
arena se olvidó de que el cielo observa
arena fue sólo arena

arena enséñame cómo
si la vida me pone la misma prueba
arena enséñame cómo
y si no me la pone
enséñame a ser arena arena

arena no sabía
de quien se iba a enamorar
y la vida le regaló una flor
blanca como la arena

arena ayúdame arena
a saber abrir los ojos
a dejarme llevar si la arena
me toca a mí también

arena ayúdame arena
ayúdame a ver la arena
arena ayúdame a ver
que la vida es mucho más

tu que siendo sólo arena
has enseñado a tantos
tu que encontraste lo que buscabas
arena enséñame a mí también

arena enséñame cómo
arena por lo que más quieras
arena dime cómo
ser simple y suave arena

arena arena
fue sólo arena
porque tuvo la fuerza
para ser arena
arena blanca
enamorada de la arena.
Fotografía de William Garnett (1954)

miércoles, 20 de octubre de 2010

Combustible

corazón de pólvora
venas de pabilo
            vas quemando y quemándote vas
combustible
            corazón oxigenado
que no concibe la vida
sin la chispa sin la brasa
            sin combustible la vida
combustible
            que se consume a sí mismo
            que si no quema no vive
            y que si vive y no quema muere
combustible
tu paso es el sonido de la dinamita
tu voz el sonido del fuego
            tus vísceras tu sangre tu carne
            hierven arden se queman
combustible
            lo que hablas es fuego
            lo que provocas chispas
            lo que piensas oxígeno
tu sombra es humo
            combustible tu destino
            combustible tu vida
            combustible tu paso
            combustible tu muerte
            combustible tu memoria
            combustible tu recuerdo
combustible
            son brasas tu abrazo
            fuego tu elemento
            lava tus lágrimas
            un volcán tu temblor
            fuego tus palabras
            cenizas tu futuro

quema abraza consume
combustible corazón de pólvora.

martes, 28 de septiembre de 2010

Agradecieron su suerte

la suerte de ser queridos
la suerte de encontrarse
admirando en el otro
lo que en cada uno existía

agradecieron su suerte
y fueron felices en sí mismos
y en la felicidad del otro

agradecieron su suerte
la suerte de ser transparentes
la suerte de ver agua clara
la suerte de ser entendidos
en lo mas sublime y lo más terrible

agradecieron su suerte
la suerte de encontrarse
después de una larga caminata
la suerte del pasado la del futuro
la de seguirse a partir de ese momento

agradecieron la suerte
de haber caminado mucho.
 Fotografía de Alexandre Buisse.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Un sentimiento de isla

es un sentimiento de paz
es una sensación de libertad
es la necesidad
de sentirse rodeada de mar

un sentimiento de isla
es desear que las estrellas te cubran
es escuchar a las aves
que llegan como augurios
desde el continente

un sentimiento de isla
es sentirse parte de la tierra
parte del mar
es perder un rostro
y encontrar un corazón
es conocer un cuerpo
al subir una colina
al saltar de un acantilado
es dejar en libertad al espíritu
al mirar el cielo
al sentir el viento
al volar

un sentimiento de isla
es conocer a la vida y a la muerte
cada día que pasa
es sentir como propio
el olor a la hierba
el olor a la sal
es olvidar de pronto
el sexo
la edad
y verse como isla
en medio del mar.

domingo, 29 de agosto de 2010

El último beso

No podía haber nada peor a partir de ese momento. Ya habían superado la angustia, el dolor, la desesperación, el miedo y también el pánico. Les habían quitado absolutamente todo y ahora estaban seguros de que no volverían a salir de ahí, que la muerte era la única salida y que sin duda la tendrían. Ya no odiaban, ya no lloraban. Habían gastado toda la rabia y las lágrimas.
 Caminaban desnudos en aquel terreno polvoriento, las manos atadas, palma con palma y los pies unidos por un lazo lo suficientemente largo para únicamente permitirles caminar despacio. Hacia frío, apenas amanecía, pero el frío era una de las sensaciones que habían decidido ignorar hacía algunos días, semanas, tal vez meses atrás.
Caminaron durante algunos minutos y el murmullo de los que encabezaban la fila puso alerta a aquellos que iban mas atrás o a los que caminaban distraídos. Se acercaban a la fosa común. Algunos sintieron alivio, otros encontraron las últimas lágrimas. Les ordenaron hacer varias filas a lo largo de su tumba. Obedecieron. Sonidos de disparos y los cuerpos empezaron a caer, algunos todavía con vida porque los verdugos de aquel día eran aun inexpertos en el arte de matar.
Para los que aun estaban vivos y agonizaban en la fosa era una sensación extraña, pero hasta cierto punto reconfortante, estar rodeados justamente por esos otros cuerpos. Esa cercanía era ya lo único bueno a lo que podían aspirar. Mientras morían, buscaban los ojos y las manos de los que estaban al lado, para verse por última vez, para tocarse las manos en una despedida, para darse amor. Algunos consiguieron besarse por última vez.

viernes, 20 de agosto de 2010

Quiero más de una vida

no quiero una sola
no quiero sólo un destino
ni un sólo hogar
quiero más de una vida

quiero una vida en las montañas
cubiertas de armiño
quiero ese frío en los huesos
quiero ese brillo en mis ojos
quiero su grandeza dentro de mi
quiero a sus lobos cantando cercanos
quiero a mis piernas
luchando con su nieve

quiero una vida en el mar
quiero a mi cuerpo
sobre su profundidad
quiero a sus olas llegando a mis pies
quiero a su sol en mi piel

quiero ser nativa
de una isla lejana
quiero la miel de su fruta en mis labios
quiero la brisa en mi cara
quiero un manantial entre la selva
quiero vivir cerca de la tierra

quiero caminar
bajo la lluvia y el trueno
quiero una vida de lucha
quiero gritar con un puño en el aire

quiero una tierra sana y eterna
quiero ayudarla a seguir
quiero conocer el misterio
que encierra cada
parte de vida

quiero luchar por la libertad
quiero aprender todo el tiempo

quiero una vida
para viajar y recorrer
la tierra entera
quiero bañarme
en mares distintos
quiero recorrer
nuevos caminos
y no transitar por el mismo otra vez

quiero hablar varios idiomas
y escuchar diferentes ideas
quiero ver otras formas de vida
y diferentes maneras de pensar

quiero que miles de ideas
fluyan como la tinta en un papel
quiero ser dueña de mis sentimientos
y mis pensamientos
quiero ser dueña de mi ser
quiero tener la libertad de ser yo misma

quiero completo
cada segundo del tiempo
quiero más de una vida

quiero amar a más de una persona
con profundidad
quiero amar plenamente
completamente
infinitamente
quiero que mi corazón
salga y me rodee

quiero más de una vida
quiero una vida en el aire
suspendida en el viento
quiero una vida en las estrellas
en el infinito
en la profundidad

quiero exprimir a la vida
quiero una vida plena.
Ilustración de Aleks Sennwald 

miércoles, 11 de agosto de 2010

Ojalá que nadie toque su luna














Isla Tiburón en el Golfo de California, fotografía de Stephen A Marlett.
Ojalá que nadie atrape
            los cantos de sus criaturas
            ni se robe sus miradas
Ojalá la felicidad
            lo siga escogiendo
            como su morada
Ojalá las lágrimas
            sigan diluyéndose
            en la inmensidad de su azul marino
Ojalá nadie toque sus rocas
            robándose parte de su historia
Ojalá nadie sueñe con sus olas
            apoderándose de su eternidad
Ojalá nunca nadie cruce su cielo
            que sus estrellas pueden caer
Ojalá toda su magia
            nunca quepa en mi corazón
            que no quiero poseerle
Ojalá que mi alma
            se escape cada noche
            solo para dejar un poco de si
            en cada rincón
            de ese mar
Ojalá que cada vez que cierro los ojos
y una lágrima los inunda
            su silencio me abrace
Ojalá sus frías aguas
puedan a distancia
            calentar mi corazón
cuando el dolor y el hielo
lleguen a cristalizar mi alma
Ojalá que cuando llegue el momento
mi alma vague eternamente
donde ese mar
y en medio de su silencio
lo ame cada momento
            un poco más
            solo un poco más
como si fuera la última vez
hasta que el tiempo
            me robe junto con él.